27- Continuacion Pisco

Grupo de trabajo del estadio

Carlos, Sabat, Svetlana, en centro de salud de la Fuerza aerea.

Dr. Capitan Hurtado, junto a Dr. Coello

Carlos en contruccion de hospital de campania

Consultorios improvisados en el estadio de pisco

Junto al Dr. Coello
Ministro de Salud de la nacion.


Cruz Roja internacional armando su hospital de campania

El Dr Hurtado nos incorporo al dr Carlos Aguirre, la dra.Sabat, la dr.a Svetlana y a mi, a un grupo de medicos, dos de estados unidos y uno de Honduras, el dr Coello, quien era digno de admirar por su trato humanitario con los pacientes. Empezamos a ir todos los dias al estadio de Pisco donde atendiamos a pacientes de todo tipo de complejidad, en "consultorios" improvisados.Caminabamos por la calle con Carlos y lo unico que se veia eran escombros y colas enormes de gente esperando recibir alimentos o agua, amenudo pasabamos por algun edificio en ruinas y sentiamos el olor de cuerpos putrefactos que aun no habian podido ser sacados. La paranoia nos asaltaba de vez en cuando, antes que otro nos asalte.Mirabamos por encima de nuestro hombro para ver si el grupo que nos seguia sin sacarnos los ojos de encima aun seguia ahi.El primer dia en el estadio fue relativamente tranquilo, pero luego naturalmente la voz se empezo a correr y la cantidad de gente nos desbordo, afortunadamente teniamos los medicamentos basicos y en cantidad suficiente. Comenzaron a llegar algunos politraumatizados que no habian sido trasladados aun y gran cantidad de pacientes con patologias infectocontagiosas respiratorias, disenterias,parasitosis intestinales y ectooparasitosis (pediculosis, escabiosis) que eran consecuencia de dormir a la intemperie, consumo de agua de red contaminada con desechos humanos, los caños estaban rotos y vivir acinados en los edificios que habian quedado en pie, respectivamente. Pero lo peor era el estres post traumatico que sufria la gente. Muchos llegaban a la consulta donde se quebraban en llanto porque habian perdido algun/os familiar/es, y ya no habia nada que uno pudira hacer, no importaba lo que uno hiciera o dijera, era como si nada, el dolor era incontenible y solamente quedaba el abrazo. Como algo milagroso, las fronteras se habian borrado en Pisco, la ayuda empezo a llegar detodos los rincones del mundo, vi hercules de brasil, colombia, chile, rusia, Francia, estados unidos los de argentina siempre llegaban mientras estaba en Pisco, un dia me avisaron que habia llegado un "fierro" celeste y blanco, corri desesperado para ver si los pilotos tenian algo de yerba mate que me dieran, pero la habian dejado en Argentina, una desilusion. Por las tardes me iba a ver el atardecer a la playa, todavia habian pescados muertos y escombros pero a pesar de todo sentia una paz enorme, el agua se me venia tan calma, costaba pensar que hacia tres dias ese mismo mar habia destruido todo y casi nos habia ahogado. Por las noches Cesar, Carlos, Sabat, Svetlana y el resto del equipo comiamos y tenimos las charlas muy amenas y entretenidas, que tanto nos hacian falta. Mi actividad en Pisco duro una semana. El dia 22 de agosto me fui en un Antonov que volaba a Lima en una emergencia. Me llevo de ahi grandes tristezas, pero tambien grandes amigos, que me van a acompañar durante el resto de mi vida.